Legislación China aprieta contra movimientos dicidentes

El Consejo Legislativo de Hong Kong aprobó por unanimidad durante una sesión especial una nueva ley de seguridad nacional, que entrará en vigor el próximo sábado. Esta ley, conocida localmente como Artículo 23, amplía los poderes del gobierno de China contra movimientos disidentes, incluyendo penas por delitos como traición, espionaje, injerencia externa, secretos de Estado y sedición.


La aprobación de la legislación se realizó "a toda velocidad" por 88 de los 90 miembros del consejo, a solicitud del líder de la ciudad, John Lee. La nueva ley completa la primera ley de seguridad nacional aplicada en 2020, tras las manifestaciones prodemocracia del año anterior.

John Lee comentó tras la votación: "Hemos estado a la altura de la confianza del país y no hemos defraudado al gobierno central". Destacó la importancia de estas nuevas leyes para erradicar los disturbios y combatir lo que describió como "espionaje occidental".

El presidente del Consejo Legislativo, Andrew Leung, expresó que todos los legisladores se sintieron satisfechos de haber participado en esta "misión histórica" y coincidió con la urgencia de completar la legislación para salvaguardar la seguridad nacional.

La nueva ley establece penas severas para una amplia gama de acciones consideradas como amenazas a la seguridad nacional, desde traición hasta insurrección, con penas de cadena perpetua. Incluso delitos menores podrían acarrear varios años de cárcel, y algunas disposiciones permitirán procesos penales por actos cometidos en cualquier parte del mundo.

Tanto China como Hong Kong argumentaron que estas nuevas leyes son necesarias para restaurar la estabilidad en la ciudad y cerrar lagunas legales, afirmando que su legislación es similar a otras leyes de seguridad nacional en el mundo.

La Unión Europea, Estados Unidos y Gran Bretaña expresaron preocupación por la nueva legislación y pidieron a los legisladores que tomaran más tiempo para examinar su impacto.