Conflicto territorial entre las organizaciones criminales de Los Tlacos y Los Ardillos se extiende hasta las minas, transporte, los mercados, los mercados, los refrescos, la cerveza y los granos, aseguró José Filiberto Velázquez Florencio, director y sacerdote del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello.

No podemos omitir en esto el papel que desempeñó el ex obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, don Salvador Rangel Mendoza, quien de manera abierta en los medios de comunicación hablaba de sus encuentros con diferentes grupos de crimen organizado, apuntó el activista, tras aceptar que fue el intermediario entre ambas banda criminales para frenar la ola de violencia que azotó el centro de Guerrero en varios día. 

Aseguró que la tregua se dio por las próximas elecciones del 2 de junio, la cual calificó de un precedente para que se vea la posibilidad de que La familia michoacana y Los Tlacos también lleguen a acuerdos, si hay voluntad de las dos partes.

Preferí rescatar a jóvenes vivos, que buscar sus restos, afirmó el sacerdote, tras confesar que se reunió con el líder de Los Ardillos para intervenir para liberar a un joven. 

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