Amazon comunicó a sus empleados que, para ser considerados para ascensos, era necesario cumplir con la exigencia de trabajar físicamente al menos tres días a la semana, esto en medio de una marcada resistencia interna hacia el abandono del trabajo remoto.

Una portavoz de Amazon, Barbara Agrait, indicó a EFE que, como en cualquier empresa, se esperaba que los empleados que estaban en consideración para promociones respetaran los lineamientos y políticas corporativas, haciendo hincapié en la cuestión del trabajo remoto.

Se estableció que aquellos empleados de oficina que no habían asistido físicamente tres días o más a la semana solo podrían ascender si obtenían la aprobación adicional de un directivo.

Antes de la pandemia, los trabajadores administrativos tenían la opción de solicitar trabajar de forma remota, y cada solicitud era evaluada internamente por la empresa.

Los conflictos entre la empresa y sus empleados surgieron a principios de año, cuando Amazon instruyó a sus 350,000 empleados a regresar al trabajo presencial a partir de mayo.

Este cambio suscitó una petición firmada por miles de empleados y una convocatoria de huelga que buscaba obtener mayor flexibilidad en cuanto al trabajo desde casa.

En julio, se filtraron mensajes de la empresa, obtenidos por el medio Insider, en los que se planteaba la opción de una "renuncia voluntaria" para aquellos empleados que no se trasladaran a los lugares físicos de trabajo.

La compañía, tras el auge de la pandemia, optó por reducir su plantilla, despidiendo a 27,000 trabajadores desde el otoño de 2022 en sus divisiones de computación en la nube, publicidad, venta minorista y otros sectores.

Además, durante años, Amazon se había opuesto a la sindicalización de sus empleados, argumentando una preferencia por mantener una relación personal directa con ellos en lugar de tener intermediarios sindicales.

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